Para la Vida Buena

David Lesmes
4 min readMay 31, 2022

De cierta manera deje el país por falta de esperanza. Fueron muchos golpes, las elecciones, el plebiscito, las elecciones. Las noticias a diario que seguían matando gente por todo lado, así fuese desde la capital me dolía.

Y es que en Colombia, desde antes de nacer había dolor en cada paso, mataron a Jaramillo, a Pizarro, a Galán. Masacraron a la UP, secuestros, bombazos, bala por todo lado, no había bando bueno y malo, había malo y más malo.

Como niño, desafortunadamente uno de los recuerdos más claros que tengo es de cuando mataron a Garzón, eso y la combinación de crecer escuchando sus discursos e ideas, viendo como nunca se materializaron, me crearon un imaginario violento del país.

Pastrana y la silla vacía en el proceso del Caguán, los secuestros, las pescas milagrosas, más bombas, más atentados, más violencia, los paras.

Creciendo en medio de ese sin sabor nacional, llega Alvaro Uribe Velez a la presidencia, la mentira del progreso, el progreso falso, el de las elites. Más masacres, más violencia y sin olvidar nunca los asesinatos extrajudiciales por una mentalidad nacional sedienta de sangre. 8 años de ese personaje, para el cual me sobran adjetivos y me da un corrientazo en la espalda pensando en él. En lo que representa, en lo que encubre, en lo que hizo.

Como pelao en bachillerato, ir a las marchas contra la ley 30, hacerle campaña a una opción diferente con Mockus y sus girasoles amarillos, por que el polo se estaba resquebrajando, dejamos ir la dicha de tener a Gaviria como presidente, no a ese Gaviria, al otro, al viejito noel de la corte constitucional. Formé en esos años también mi identidad en la idea de un país mejor para todos, viaje a las regiones, conoci el mar, las montañas, sentándome en la plaza de cualquier pueblo a tomarme una avena con empanadita.

Pero también perdimos, subió uno de los de siempre, un man que logró hacer mucho por la paz, hasta le dieron el Nobel y todo. Pero lo recuerdo por ser el ministro de defensa de Uribe, por la represión a los estudiantes, por negar el paro cuando los campesinos estaban en las calles reclamando oportunidades, por los TLCs.

Pero en medio de todo se hizo el proceso de paz, ya estaba yo en la universidad, estudiando Derecho porque sí, pero también porque soñaba con un mejor país. Y allí estuvimos, salimos, discutimos, debatimos, nos juntamos, a leer y compartir, pero una vez más nos jodimos. Que noche tan amarga en la plaza de Bolívar, no lo podía creer y con lágrimas en los ojos vi como una campaña llena de mentiras por parte de esos infames nos seguía quitando el sueño de un país en paz, no solo a nosotros, de hecho no a nosotros. Al otro colombiano, el del campo, al pobre, a Doña Maria.

En esos años me fui del país, por una oportunidad, pero también por que cada vez me despegaba más de ese sueño, me decepcione. Y desde afuera, pero votando, vi como una vez más se nos iba la oportunidad de cambio por muy poco, y cambiaba el dolor por vergüenza de ver a un payaso durante cuatro años improvisando con mi tierra, no volví, solo a visitar a la familia de vez en cuando.

Sigo afuera, y se ve otra oportunidad en el horizonte. No es perfecta, para nada, de hecho no es ni ideal y si gana ese man no estaré feliz, pero estaré tranquilo, por que representa un timonazo en la historia de mi país, que en el fondo no representara tanto para mi, pero que para la inmensa mayoría supondría una oportunidad, finalmente una oportunidad de vivir sabroso y para muchos que nos fuimos nos daría la emoción de volver, porque para la vida buena, no hay cómo la tierra de uno.

--

--

David Lesmes

Provoking and supporting global social progress. Helping organizations achieve their strategic objectives.